martes, 20 de enero de 2009

Mi nombre es Isaac.

Mi nombre es Isaac pero vosotros me conoceréis por Eduardo Martín Fierro, un nombre real que no me pertenece.

Escribo en un blog porque una extraña fuerza me obliga, no porque me guste o deba. La información que os he dado es valiosa y podría suponer un peligro para mí. Claro que ¿a quién se lo ibais a contar?

No puedo estar seguro, ya que nunca lo conocí, pero apostaría a que el nombre de mi padre es Abraham. Mi madre es Ana y mis hermanas, todas ellas, también tienen nombres bíblicos. Pobres desgraciadas, piensan que por ser el hermano menor ellas me han criado. Me tomaron como a un juguete, como a una muñeca más. Incluso llegaron a vestirme como a una muñeca. ¿Es raro que odie a las mujeres con semejante pasado?

Lo raro es que las necesito tanto como las odio. Nada en este mundo puede compararse al salado sabor del sudor bebido directamente de una arqueada espalda de mujer. ¿Lujurioso? No se atrevan a juzgarme, la lujuria es un pecado capital debido a un error tipográfico, no me cabe duda.

¿Misterioso? Pero si les acabo de contar cosas que casi nadie sabe... en fin... sabía que era una mala idea...

No hay comentarios:

Publicar un comentario